jueves, 14 de marzo de 2013

  Los roces que producían las botas sobre la piel del pie era el problema más usual y se registró en un 27% de los jugadores profesionales y en un 15% de los aficionados estudiados. La colocación de las costuras en la zona del empeine lateral delantera de la bota era la causa de este problema, coincidiendo con las principales líneas de tensión y estrés de la bota aumentando la fuerza que actúa sobre la bota en todas las acciones, se estimó que en un período de 90 minutos jugando o entrenando la tensión en la bota era tres veces mayor entrenando que jugando. 

Este estudio tiene consecuencias para determinar el tipo de bota que se usa para ambos tipos de juego.

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