- El mantenimiento de la bota es cero. Las botas de piel debemos cuidarlas y tratarlas para que no pierdan elasticidad y prestaciones.
- La duración es mayor. Los materiales sintéticos
tardan más en despegarse de la suela o erosionarse contra el terreno.
Además el color se mantiene igual que el primer día, y la estética es
importante ahora que se fabrican botas de diferentes colores.
- El peso de la bota (sobre todo en mojado) se reduce a menos de la mitad… Y es una diferencia muy importante.
- El contacto con el balón es igual o incluso mejor (por la posibilidad de insertarle tecnologías) que la piel natural.
En resumen, muchas ventajas y un solo inconveniente hacen que el
material sintético, en mi opinión, haya adelantado a la piel natural.
A los más puristas os animo a que probéis el sintético y comprobéis la evolución.
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